Introducción
Es posible que tengas recursos muy rentables. La gente suele esforzarse por aprender cosas nuevas, recopilar información y organizarla cuidadosamente. Otros invierten en conexiones a Internet de alta velocidad para garantizar una conectividad fluida.
Además de estos ejemplos relativamente conocidos, los activos digitales también incluyen datos en general, atención, tus creaciones digitales e incluso tus compras online actuales. Así pues, veamos cómo cada uno de estos activos puede empezar a generarte ingresos.
Invertir el dinero sobrante
Dejar tu dinero sin mover en tu cuenta bancaria no es la mejor opción. Debido a la inflación, tu dinero actual ya no tendrá el mismo poder adquisitivo. Para cubrir parte del daño, puedes colocar tus fondos en cuentas de ahorro o cuentas de ahorro de alto rendimiento. Estas últimas ofrecen tipos de interés más altos y son ideales si no tienes previsto utilizar el dinero durante más de un año.
Invertir en acciones o criptomonedas no garantiza el éxito. Por lo tanto, debe considerarse con precaución, especialmente si no tiene previsto realizar un seguimiento de sus inversiones. Sin embargo, si desea una opción de inversión más relajada, incluso su banco puede ofrecerle pequeñas inversiones automáticas. Por ejemplo, después de cada compra, el banco podría recoger el cambio sobrante y redondearlo al número entero más cercano. A continuación, se transfiere automáticamente a su cartera de inversiones.
Pagar por su atención y su tiempo
Las empresas compiten constantemente con sus rivales, y para adelantarse a ellas suele ser necesario reconocer y adaptarse a las necesidades de los consumidores. Por eso, las empresas están dispuestas a pagar a las personas por sus opiniones y su tiempo (ya que obtenerlos de los usuarios actuales puede resultar complicado).
Al unirte a diversas plataformas de investigación de mercado o de recompensas, puedes utilizar el tiempo que dedicas habitualmente a navegar por Internet para ganar algo de dinero. Las actividades remuneradas suelen incluir responder a encuestas, probar aplicaciones, ver y evaluar anuncios, dar opiniones o incluso transcribir contenidos. Así, en este caso, se te paga por el tiempo que pasas en Internet.
Material de aprendizaje
Los años que has dedicado a estudiar o perfeccionar tus habilidades te colocan en una posición ventajosa. Por un lado, puedes vender tus apuntes e investigaciones, especialmente si proceden de un mercado exigente. Otra opción es utilizar estos activos digitales para crear un curso online o una guía de aprendizaje únicos.
Udemy es una de las principales plataformas para compartir tu material didáctico, y los libros de aprendizaje pueden ser un trampolín para lanzar una carrera digital (como establecerte en la comunidad de blogs o redes sociales).
Obtener ingresos pasivos
Tus activos digitales pueden trabajar para ti incluso mientras duermes. Un ejemplo es convertir recursos no utilizados, como el ancho de banda sobrante o la actividad en línea, en una fuente de ingresos pasivos. Al aprovechar las aplicaciones y los servicios diseñados para este fin, puedes ganar dinero sin hacer mucho por tu parte. Servicios como Honeygain te permiten compartir el ancho de banda de Internet no utilizado y generar unos ingresos pequeños pero constantes, todo ello mientras mantienes el control total sobre cuándo y cómo se comparte. De esta manera, tu vida digital cotidiana contribuye a obtener ingresos adicionales con un esfuerzo mínimo.
Fotografía e ilustraciones digitales
Perfeccionar tus habilidades como fotógrafo o artista gráfico suele implicar trabajar en muchos proyectos y tomar miles de fotos. ¡No dejes que estas creaciones se desperdicien! Considera la posibilidad de subirlas a mercados digitales y ganar una comisión por cada venta. Pexels o Unsplash son lugares populares para compartir tu contenido. Sin embargo, comprueba siempre qué plataforma te ofrece las mejores condiciones.
Tener un blog o un canal en las redes sociales
Incluso si tu número de espectadores o seguidores es modesto, puedes monetizar estas iniciativas además de los anuncios tradicionales. El marketing de afiliación es probablemente el más prometedor, y muchas personas lo incluyen en sus blogs o canales de redes sociales.
En este caso, también ganas una comisión, pero proviene de la promoción de productos específicos. Por suerte, puedes elegir las empresas o marcas con las que te asocias. Así, si tu canal de YouTube trata sobre la vida saludable, puedes promocionar suplementos de alta calidad, equipamiento deportivo o accesorios duraderos.
Gana dinero con tus compras
Existen diversos servicios que pagan a los consumidores por comprar en tiendas concretas o por adquirir artículos promocionados. Cada vez que realices compras online, podrías recuperar parte del dinero gastado.
Protege tu identidad digital
A la hora de monetizar tus activos digitales, la seguridad es fundamental. El robo de identidad puede convertir tus ganancias online y tus datos personales en una pesadilla. Utilizar los mejores servicios de protección contra el robo de identidad puede proteger tus cuentas, alertarte de actividades sospechosas e incluso ayudarte a recuperar los fondos perdidos en el peor de los casos.
Conclusión
Los activos digitales pueden significar muchas cosas: desde plantillas perfectamente organizadas hasta tu conexión a Internet. Gracias a diversas oportunidades, cada uno de ellos puede proporcionarte ingresos adicionales. Por lo tanto, considera la posibilidad de aprovechar tu material de aprendizaje, tu plan de Internet, tus creaciones digitales y tu presencia digital actual, y pon tu dinero a trabajar mediante inversiones.
